Estamos acostumbrados a comer champiñones a la plancha, con jamón, con pisto, al ajillo, revueltos, pero ¿los has probado crudos? El sabor, la textura, incluso el olor a la hora de comerlos es totalmente diferente.
La forma más común de comerlos crudos es en ensalada, pero si de verdad quieres disfrutar de los champiñones crudos te animo a que prepares este rico Carpaccio de champiñones, un plato sabroso pero muy ligero y saludable a la vez.
Ingredientes:
- 12 champiñones medianos
- 50 g. de rúcula
- 30 g. de parmesano
- 1/2 limón
- 1 cucharada de aceite de oliva
- 1 cucharadita de semillas de semillas de sésamo tostado
- Sal
Elaboración:
- Pon la rúcula en agua con hielo para que esté fresquita y crujiente.
- Limpia los champiñones. A mí no me gusta que los champiñones cojan agua, así que yo les quito el pie, pelo los sombreros y los limpio con agua lo mínimo posible.
- Cuando los champiñones estén limpios, córtalos en láminas finitas (si puedes usar la mandolina mucho mejor).
- Exprime el zumo de 1/2 limón sobre los champiñones.
- Añade sal al gusto y mezcla bien, pero con cuidado para que no se rompan.
- Coloca las láminas de champiñón en un plato, forma un círculo grande que vaya bordeando el plato y continúa haciendo círculos de menor tamaño hacia el centro del plato hasta cubrirlo todo.
- Coloca la rúcula en el centro del plato y con un pelaverduras corta unas lascas finas de parmesano y ponlas sobre la rúcula.
- Espolvorea las semillas de sésamo tostado, añade una cucharada de aceite de oliva por encima y… ¡¡a la mesa!!
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