La receta de hoy es un poco mas calórica que las que suelo compartir normalmente pero yo, en casos como éste suelo compensar el «exceso» de calorías con una cena ligera o un poco de ejercicio y así me doy un caprichito de vez en cuando. 😜
Para hacer la salsa de curry se suele usar nata, leche de coco o leche evaporada. Esta última es un poco más ligera y suelo usarla para otras recetas, pero en este caso con la leche evaporada se disparan las calorías, así que decidí probar con leche desnatada y me gustó mucho.
Ingredientes:
- 200 g. de pechuga de pollo
- 1 cucharada de aceite de oliva
- 1 cucharada sopera de curry en polvo
- 250 ml. de leche desnatada
- 160 g. de pasta integral
- 150 g. de cebolla
- 200 g. de tomate
- 100 g. de zanahoria
- Caldo de verduras
Elaboración:
- Pela y trocea las verduras en trozos pequeños.
- Corta el pollo en cuadrados de 1 centímetro de grosor mas o menos.
- Pon media cucharada sopera de aceite en una sartén y añade el pollo para dorarlo. Cuando esté doradito retira del fuego y reserva.
- Añade otra media cucharada sopera de aceite a la sartén y echa las verduras poco a poco, primero el ajo, después la cebolla, a continuación la zanahoria y por último el tomate. Si ves que las verduras se quedan secas añade poco a poco caldo de verduras para hidratarlas y evitar que se quemen.
- Cuando la verdura esté bien hecha, incorpora el pollo que has dorado anteriormente.
- Añade una cucharada sopera de curry y deja que se cocine todo junto unos minutos.
- Para terminar la salsa de curry añade la leche, mezcla bien y mantén al fuego hasta que la salsa espese.
- Cuece la pasta según las indicaciones del fabricante (la pasta integral suele tardar entre 9 y 11 minutos).
- Escurre la pasta, incorpórala a la salsa, mezcla bien y… ¡A COMEEER!
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