La primera vez que hice esta receta creía que la había memorizado bien, pero resulta que mezclé 2 recetas diferentes que había visto unos días antes. De esto no me di cuenta hasta que volví a ver una de las recetas días después.
El caso es que nos encantó esta mezcla, así que no podía faltar en el blog.
Ingredientes:
- 800 g. de pechuga de pollo
- 500 g. de cebolla
- 300 g. de bechamel de coliflor
- 1 limón
- 3 c/s aceite de oliva
- 1.5 cucharaditas de pimentón de La Vera
- Sal
Elaboración:
- Trocea la pechugas de pollo en trozos de bocado.
- Pon la pechuga troceada en un bol con el zumo de limón.
- Guarda en la nevera durante 1 hora como mínimo, moviendo de vez en cuando.
- Pela y trocea la cebolla en trozos pequeños.
- Pon una sartén al fuego y cuando esté caliente añade la cebolla sin nada de aceite.
- Añade sal para que la cebolla suelte todo su agua.
- Cuando la cebolla empiece a coger un colorcito dorado, añade 1 cucharada de aceite y deja que se cocine a fuego medio.
- Para conseguir que la cebolla quede bien blandita, ve añadiendo agua (unos 2 vasos), en pequeñas cantidades cuando veas que la cebolla se va quedando seca.
- Retira la cebolla del fuego cuando esté blandita y reserva.
- Saca el pollo de la nevera y déjalo escurrir en un colador.
- Mientras el pollo se escurre, pon en un recipiente amplio 2 cucharadas de aceite de oliva, 1 y 1/2 cucharaditas de pimentón de La Vera y sal. Mezcla bien.
- Añade el pollo al aliño, mezcla para que quede bien impregnado por todos lados y reserva en la nevera unos 15 – 20 minutos.
- Saca el pollo de la nevera.
- Pon una sartén grande al fuego y cuando esté caliente y sin añadir nada de aceite (que ya lo lleva), cocina el pollo en 2 partes. Si lo cocinas todo junto suelta mucha agua y te quedará cocido.
- Cuando tengas el pollo cocinado, ponlo todo junto en la sartén, añade la cebolla y la bechamel de coliflor. Mezcla todo bien.
- Si ves que te queda un poquito espeso, puedes añadir un chorrito más de leche y… ¡¡listo para comer!!
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