Hay mil opciones para preparar suflés, tanto dulces como salados, en esta ocasión preparamos uno salado muy sabroso con brandada de bacalao.
Personalmente me gusta prepararlos como entrante en comidas y cenas, sobre todo cuando tengo invitados. Me parece un entrante delicado y sobre todo ligero, pero también son una buena opción para preparar como plato único, lo acompañas con una ensaladita o con unas verduritas a la plancha y tienes un plato de diez.
Ingredientes:
- 300 g. de bacalao desalado
- 125 g. de patata
- 150 ml. de leche semidesnatada
- 2 cucharadas soperas de aceite de oliva
- 3 ajos
- 3 claras de huevo
- Nuez moscada
- Pimienta negra
- Perejil
- Sal
Elaboración:
- Primero cuece las patatas en agua con sal y sin pelar.
- Corta los ajos en trozos pequeñitos y el bacalao en trozos de unos 4 – 5 cm. de grosor.
- Pon a calentar una sartén a fuego medio-bajo.
- Añade una cucharada de aceite de oliva y los ajos.
- Cuando el ajo empiece a coger color, añade el bacalao y deja que se haga a fuego suave para que el bacalao suelte la gelatina.
- Cuando el bacalao esté casi cocinado, retira del fuego y deja que se atempere.
- A continuación, aplasta el bacalao para conseguir trocitos pequeños. Reserva.
- Cuando las patatas estén cocidas, pélalas y cháfalas con ayuda de un tenedor o pásalas por el pasapurés.
- Mezcla el bacalao con las patatas y ponlo al fuego. Añade la leche, el perejil, la nuez moscada, la pimienta negra al gusto y una pizca de sal.
- Cocina todo junto un minuto a fuego bajo y retira del fuego.
- Mientras la brandada se va templando, monta las claras con otra pizca de sal.
- Mezcla la brandada con las claras montadas, poco a poco y con movimientos suaves y envolventes.
- Unta los moldes con aceite de oliva para evitar que se pegue. Si no tienes los moldes para suflés puedes usar una taza de desayuno o cualquier otro recipiente pequeño apto para horno.
- Precalienta el horno a 180º.
- Pon la mezcla en los moldes.
- Y ya solo queda meter los suflés en el horno unos 30 – 40 minutos.
- Cuando, sin abrir el horno, veas que han subido y están doraditos por arriba, sacalos del horno y… ¡¡a la mesa!!
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