La idea de la receta de hoy la cogí de un programa de Donna Hay de Canal Cocina. La receta original llevaba mucho más queso, pero yo decidí cambiarlo por la salsa de tomate casera para hacer un plato más ligero.
Cuando vi la receta me puse a prepararla ese mismo día, me gusta mucho la coliflor y tenía que probarla. Mi sorpresa fue mayúscula cuando al probar la bechamel, no encontré el sabor de la coliflor por ningún lado, sabe a bechamel y sin añadir ningún tipo de grasa, ni harina.
Reconozco que para mí fue un poco chasco no encontrar el sabor de la coliflor, pero me pareció genial encontrar una alternativa tan saludable y ligera a la bechamel habitual. Así que posiblemente verás esta bechamel en próximas recetas.
Ingredientes:
- 500 g. de coliflor
- 300 g. de pasta integral
- 500 ml. de leche semidesnatada
- 350 g. de tomate tamizado
- 2 lonchas de queso Entrepinares light
- 1/2 c/s de aceite de oliva
- Pimienta negra
- Nuez moscada
- Orégano
- Sal
Elaboración:
- Trocea y lava la coliflor.
- Pon la coliflor en un cazo, añade la leche, tapa y deja cocer hasta que la coliflor esté blandita.
- Retira del fuego y añade pimienta negra, nuez moscada y sal al gusto.
- Tritura y reserva.
- Cuece la pasta en agua con sal.
- Mientras se cuece la pasta haz la salsa de tomate. En una sartén con media cucharada de aceite de oliva añade el tomate tamizado y orégano al gusto, y deja que se cocine a fuego lento.
- Enciende el grill a 200º para que vaya cogiendo temperatura.
- Retira y escurre la pasta.
- Mezcla la pasta con la salsa de tomate y ponlo en una bandeja apta para horno.
- Vierte la bechamel de coliflor y extiende hasta cubrir toda la pasta.
- Corta el queso en trocitos pequeños y repártelo por encima.
- Mete la bandeja en el horno y deja gratinar hasta que el queso esté doradito (entre 5 y 7 minutos).
- Retira del horno y a disfrutar de este riquísimo plato de pasta gratinada.
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